lunes, julio 26, 2010

De cómo descubro nueva música

Si la memoria no me falla (y seguramente lo hace), alguien me preguntó hace poco que cómo hacía yo para descubrir música nueva. "Descubrir", como si se tratase de algún fenómeno científico. Pero sí, acepto que se hable de descubrimientos musicales. Otro personaje me preguntaba que si yo oía la radio con frecuencia.

La respuesta por la pregunta de la radio es la siguiente: no. Solamente oigo la radio cuando tengo un radio a la mano (es decir, casi nunca) y no tengo ninguna otra forma de escuchar música. Solamente me gustaba un programa matutino, años atrás. Si quiero oír gente hablando babosadas, me basta con ir a cualquier bar de la ciudad.

A veces oigo la radio en el carro, cuando olvido mi iPod (un aparato que nunca creí que fuera a tener porque no pensaba comprarlo - me lo regalaron) y, como ocurre por estos días, cuando el reproductor de CDs se daña. En esas raras ocasiones descubro música nueva (para mí) o desconocida (por mí).

Si me gusta algo que oigo en cualquiera de las tres emisoras que tengo grabadas en la memoria del radio, cojo cualquier pedazo de papel y anoto partes de la letra. Aunque sé que es peligroso conducir y escribir al mismo tiempo, es un riesgo que estoy dispuesto a correr por amor a la música. Más tarde, fuera del carro, recurro al todopoderoso Google para averiguar de quién era la melodía que oí. Nunca falla.

Los dos últimos grupos, fantásticos, a mi juicio, que he descubierto siguiendo esta técnica, son Vampire Weekend (con la canción "Oxford Comma") y Death Cab for Cutie (con "Marching Bands of Manhattan").

Otro método que me parece interesante es el programa para teléfonos móviles Shazam, que identifica cualquier melodía que uno le ponga. El problema es que, para poder usarlo, hay que tener acceso a Internet.

Es raro (es decir, nunca pasa) que yo escuche la recomendación de alguien. O que vea un video que puso alguien en Facebook. O que busque alguna canción cuyo título escribió alguien en su cuenta de Twitter. Ningún nombre me llama la atención. Tal vez sea porque ni el nombre de los grupos ni el nombre de las canciones es descriptivo de la música relacionada con ellos. Yo sé que ese no es un argumento de peso, pero simplemente me gustan las canciones que escucho por una u otra razón y me hacen sentir bien, por lo general no las que me recomiendan. Se supone que así funciona el mundo, pero yo no. ¿Seré muy apático? Ahí perdonan.