Junto a las pisadas del perro, vi a una garcilla bueyera que estaba quitándole los bichos de las patas a la vaca, mientras daba saltitos para no morir aplastada. La vaca solamente arrancaba pasto con los dientes y lo masticaba.
Ya aburrida, la garcilla salió de debajo de la vaca y emprendió vuelo. Subió hasta las nubes y se perdió detrás de los árboles que había en una montaña cercana.
Miré a la vaca, que seguía masticando sin percatarse de la ausencia del pájaro. "Tú no puedes volar", le dije. "No eres más que un inútil cuadrúpedo comedor de pasto".
Y al fin, ¿no lo somos todos?
1 comentario:
Hemos irrespetado tanto a las vacas, (basta con dar una pasadilla aun matadero) que para calmar nuestras culpas tenemos que despreciar a estos utiles y beneficos animales.
Para ellos el genocido y holocausta es cosa cotidiana.
Lo mejor que podemos hacer:
Bajemos en un 50% nuestro consumo de carne.
En fir una vaca nos proporciona alimento y vestido.
¿Por que despreciar a tan magnifica bestia?
Parasitos nosotros, que les causamos tanto daño. Alguien dijo:
El infierno es el lugar mas parecido a un matadero de vacunos.
Otro dijo: Las pesadillas de las vacas estan plagadas con seres humanos.
Respetemos a los animales, no seamos especistas.
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