Conocí a un hombre que dependía de las drogas para ser un genio. También conocí a una mujer que carecía de carisma, pero trataba de llegar a la genialidad. Finalmente conocí a un hombre que estaba demasiado enfermo como para que su cuerpo le permitiera ser un genio. Todos ellos están locos. Sin embargo, todos tienen algo de genios. Lo siento por el uso del cliché, pero así somos todos. Ahí perdonan.
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