lunes, agosto 09, 2010

"Ahí le dejé café"


En "La Pelota de Letras", el humorista colombiano Andrés López hace un minucioso análisis cómico de las familias de su país. Como yo nací en ese mismo país, hay muchas cosas que me causaron gracia y simpatía después de ver las disertaciones de López sobre los padres, madres y parejas de mis compatriotas.

Si la memoria no me falla (y seguramente lo hace), López aseguraba que la frase por medio de la cual su padre le demostraba afecto era "ahí le dejé café", pronunciada de manera seca y simplona.

Pues bien, yo creo haber averiguado cuál es la acción (porque no hay una frase) que realiza mi papá para demostrarme su afecto. No son abrazos, ni besos, ni ninguna de esas tradicionales manifestaciones de cariño que tanto se ven en la televisión y en algunos cuentos infantiles. Es un pequeño pedazo de papel con un URL escrito con su puño y letra.

Verán: uno de los noticieros nacionales, del cual mi papá es un asiduo telespectador, tiene un segmento que habla de sitios web y tecnología. Allí, la presentadora describe varios sitios en Internet que pueden resultarles útiles a los televidentes. Si mi papá está de buen humor (y, supongo, si tiene un bolígrafo cerca), agarra un papelito y anota el URL de un sitio que él piensa que puede interesarme. Después de que se acaba el noticiero, viene hacia donde yo esté, papel en mano, y me explica rápidamente de qué se trata. Lo mejor de esta escena es que a mí me terminan interesando los sitios que él me deja anotados. Es su manera de decirme "ahí le dejé café".

Ahí perdonan.

sábado, agosto 07, 2010

Señores de YouTube: tengo una idea

En YouTube uno encuentra de todo. Mucha gente recurre a YouTube para escuchar música. En YouTube podemos identificar (si particularizamos) dos tipos de vídeos musicales. El tipo A, digamos, es el vídeo creado por un músico o grupo, compañía discográfica o empresa productora que tiene equipos de grabación, edición y mezcla de audio y vídeo diseñados únicamente con el propósito de generar materiales audiovisuales.

El tipo B (para ser consecuentes) es el vídeo grabado con cualquier dispositivo barato (es decir, asequible para el consumidor promedio) que incluye un micrófono incorporado al mismo aparato que tiene el lente que permite hacer el registro de las imágenes. Veamos las diferencias.

En el vídeo de tipo A, por lo general, el sonido y las imágenes se graban por separado. Normalmente hay más de un micrófono y más de una cámara, con sus operadores correspondientes; todos en perfecta sincronía, y todos ubicados en lugares estratégicos para que la calidad de lo registrado (es decir, planos visuales y sonoros) sea la mejor posible. La más estéticamente agradable, si se quiere. En caso de que algo falle, existen procesos de y herramientas de edición que pueden ayudar a corregir los errores o a mejorar y hasta embellecer las presentaciones de los músicos. El resultado: un vídeo musical que se puede ver y disfrutar.

Ahora bien: en el vídeo de tipo B, es muy común que solamente haya un camarógrafo y un par de dispositivos de grabación de audio y vídeo pegados de la misma máquina, que a su vez está siendo operada, comúnmente sin un trípode, por el mismo personaje que asistió al recital o evento y que, dada su probable melomanía, estará moviéndose o siendo movido por otros y cantando o estando expuesto al canto, al unísono, de miles de otros individuos que, seguramente, también tendrán sus celulares o cámaras fotográficas encendidas. El resultado: una mezcolanza ininteligible de ruidos insoportables e imágenes borrosas, confusas y entrecortadas, que, creo que sobra decirlo, solo podrá ser disfrutada por quien la produjo.

Si al amable equipo técnico de YouTube le diera por inventar un filtro similar a la herramienta que se emplea para que las audiencias denuncien los contenidos inapropiados de algunos vídeos y que permitiera indicar cuáles vídeos son de tipo A y cuáles de tipo B, creo que el mundo sería un lugar mejor. O por lo menos yo no perdería tanto tiempo buscando una buena versión de una canción que tengo metida en la cabeza.

Ahí perdonan.

martes, agosto 03, 2010

¿Tienen los periodistas de Brasil nexos con las FARC?

De acuerdo con información suministrada por WikiLeaks, Sérgio Murillo de Andrade, el director de la Federación Nacional de Periodistas de Brasil, le escribió un correo a Raúl Reyes, diciéndole:

"Hola compañeros.
Saludos y fuerza para la lucha.
Jose Carlos Torves
Director de la Federación Nacional de Periodistas - Brasil"


La traducción es mía. No es muy diciente, pero es un indicador de algo. Lo que no me cuadra es que la dirección de correo del remitente es la del director de la Federación, pero el mensaje está firmado por una persona con otro nombre. Además, el nombre de la organización está mal escrito.

No estoy muy enterado, pero ¿habrán dicho los medios de comunicación algo sobre algún nexo entre esa organización periodística y las FARC? Me parece raro.

Ahí perdonan.

No soy ingeniero, pero...

El primer computador que tuvimos en mi casa, según me cuentan, lo compraron en 1987. En esa época las pantallas mostraban un fondo negro y letras (no gráficos) de color naranja o ámbar. No recuerdo cuándo fue la primera vez que usé una máquina de estas, tal vez porque estaba muy pequeño. Mi mamá hacía programas de administración de bases de datos (con dBase). Recuerdo verla recibiendo capacitaciones en nuestra casa cuando yo era niño.

Recuerdo las horas de diversión que pasaba jugando con el Paintbrush de Windows 3.1. Monkey Island también me ayudaba a pasar el tiempo libre, en épocas pre-internéticas.

Empecé a interesarme por la WWW en 1996, a los 11 años, cuando tuvimos acceso a la red por primera vez: Windows 95 y un módem de 9.6 kbit/s. Por esa época, mi hermano estaba empezando sus estudios de ingeniería electrónica (los cuales no concluiría), para después estudiar y graduarse de ingeniería de sistemas. Gracias a sus ensayos y errores, yo pude aprender una que otra cosa relacionada con la computación.

Aprendí HTML cuando tenía 12 años, gracias a un libro que compró mi hermano. A los 13 ya era capaz de construir sitios web completos con puro código fuente. ¿FrontPage? No, gracias.

Nunca he sido bueno con los números. En 1999, mis notas en matemáticas eran pésimas. No me simpatizaba el Álgebra de Baldor. La profesora me dijo que me podía dar una buena calificación si le demostraba mis habilidades en programación de computadores, pues sabía que a mí me gustaban esas vainas. Lo cierto es que yo era apenas un usuario: no tenía ni idea de programar.

Me fui a la biblioteca del colegio y allí encontré un libro de los años 80 sobre BASIC. Me imagino que escogí ese porque era "básico" (es un chiste malo). El caso es que me puse a estudiar y vi que mi Compaq Contura Aero 4/25 venía con QBasic incorporado. Desarrollé una aplicación que permitía hacer operaciones simples entre números fraccionarios, cosa que impresionó gratamente a la profesora. A pesar de eso, mis notas en matemáticas eran tan malas que no logré pasar la materia.

Me entusiasmé con programar y un primo mío me introdujo en el mundo de Visual Basic 6. Ahí empecé a desarrollar una idea que tenía desde hacía años: una aplicación capaz de producir gráficos a partir de progresiones aritméticas, la cual lleva el nombre de este blog. Mi amigo Pablo me ayudó con los asuntos lógicos y matemáticos de esta aplicación.

Después me metí con el tema de bases de datos en VB6 y empecé a entender ciertas cosas sobre el diseño de tablas relacionadas e instrucciones de consulta. Cuando cumplí 15 años me regalaron un libro sobre Visual Basic y lo aproveché al máximo. Creé aplicaciones que iban desde una base de datos con acordes para guitarra hasta un sistema de impresión de identificaciones para la logística de eventos.

Tiempo después empecé a interesarme por desarrollar para la web, pues mi hermano se ganaba la vida haciendo eso. Empecé a leer libros sobre PHP y MySQL. Formé parte de varios proyectos, como programador, que involucraban estas tecnologías, como un mapa de medios de América Latina (después adquirido por la FNPI), una emisora digital y un periódico en línea.

Como docente de un pregrado que se preocupa por los asuntos digitales, me puse a estudiar la web semántica y el uso de lenguajes de marcado para que los contenidos de la red tuvieran un significado. Entendí que las etiquetas de marcado que tienen que ver con la presentación eran menos importantes que aquellas que trataban de explicar y describir lo que rodeaban. De ahí mi interés por proyectos de indexación de medios como el Google News Archive.

No soy ingeniero, quizás, por el temor que me infundieron en el colegio en relación con los números. En la universidad comprobé que mis habilidades con ellos no eran nulas (de hecho, eran notables), pero me incliné hacia las letras y decidí estudiar comunicación social.

Recientemente ando con un interés especial por Ubuntu y el software libre. A veces me da por hacer locuras como crear aplicaciones para dispositivos Android.

Hoy, cuando me encuentro con viejas amistades, todavía me preguntan que por qué no estudié sistemas. Yo, la verdad, no estoy muy seguro.

Ahí perdonan.

Mi primera aplicación para Android


Hace algunos días hice una petición para poder utilizar el servicio Google App Inventor, y hace poco me llegó la autorización. No puedo decir que lo empecé a usar de inmediato porque mi computador no podía con el software que se usa para desarrollar aplicaciones, pero eventualmente pude utilizar el sistema. Estuve aprendiendo durante varias horas y desarrollé una aplicación que, teniendo en cuenta mi falta de memoria, puede serme útil. La publico para aquellos que tengan un dispositivo Android, tengan mala memoria y vivan en Medellín: se trata de un programa que te dice si tienes pico y placa o no (para el segundo semestre de 2010). Por ahora el único defecto es que el programa no recuerda la placa que uno le define, pero se puede cambiar manualmente cuando se quiera consultar si se tiene la restricción o no. Va el QR code:

Ahí perdonan.

Actualizado (9 de agosto de 2010): Ahora la aplicación recuerda la última placa que se seleccionó, de manera que la información esté al día cada vez que se cambie placa y se reinicie el programa. El QR code es el mismo.